lunes, 11 de abril de 2011

LA HISTORIA DE LA CIENCIA FICCION

LA HISTORIA DE LA CIENCIA FICCION

Primeros sueños
Muchos autores antiguos abordaron temas característicos de la ciencia ficción. Sin embargo, no buscaron que sus historias fueran plausibles desde una perspectiva científica: crearon mitos, leyendas o literatura fantástica. El nuevo género se inspiró en ellos, pero surgió poco a poco como reflejo del desarrollo de ciencia, historia y tecnología entre los siglos XVII y XIX. Esta protociencia ficción sentó las bases de lo que vendría en el s. XX.

De viaje al espacio
Para defender la teoría copernicana del movimiento de la Tierra, entre 1620 y 1630, el astrónomo alemán Johannes Kepler escribe su obra Somnium (1634). Un alumno de Tycho Brahe es transportado a la Luna por fuerzas ocultas.

Favorita
Desde los inicios del género, el destino favorito de los viajes espaciales fue la Luna, el cuerpo celeste más fácilmente visible para el hombre. Un buen ejemplo es Un viaje a la Luna (1728), de Murtagh McDermot.

Ciudad imaginaria
Durante el siglo XVII, el avance del pensamiento científico da origen a las primeras utopías sociales y tecnológicas con una base racional, como La nueva Atlántida (1629), de Francis Bacon.

“Yo creo que la Tierra está deshabitada; a ninguna criatura sensata le gustaría vivir aquí” –Voltaire, en su obra ‘Los extraterrestres de Micromegas’ (1752)

Extraños
Lilliput, Brobdingnag, Laputa, Balnibarbi, Glubbdubdirb, Luggnagg y el País de los Houynhms fueron algunos lugares visitados por el capitán Lemuel Gulliver, personaje del genial Jonathan Swift (1667-1745), que esboza temas de ciencia ficción.

¿Bajo la tierra?
Investigador insaciable, Niels Klim (personaje creado por Ludvig Holberg en 1741) se adentra en una caverna de Bergen. Tras una larga caída libre flota en el espacio. Llega a un mundo de árboles en movimiento y criaturas de seis brazos.

En verso
Creado justo en el cambio del siglo XVIII al XIX, el poema El último hombre, de Jean-Baptiste Xavier Cousin de Grainville, presenta situaciones clave del género: ciudades en ruinas, la destrucción de la Tierra y las vicisitudes de la última pareja humana.

Mera fantasía
Escrita alrededor de 1611 La tempestad, de William Shakespeare, es el ejemplo clásico de la literatura fantástica, previa a la ciencia ficción. Los prodigios que describe son los fenómenos de un mundo inalcanzable para el hombre.

Burlas de Cyrano
En su Historia cómica de los estados e imperios de la Luna, para cuestionar las pretensiones humanas de ser el centro de la creación, el literato francés Cyrano de Bergerac (1619-1655) imagina un viaje al espacio.

Antecedente literario
En la ciencia ficción (definida como categoría hasta el siglo XX) cristalizan géneros anteriores:
Viajes fantásticos Relatos sobre visitas a destinos imaginarios.
Utopías Creación de sociedades modelo para el desarrollo humano.
Novelas góticas
Variantes de la novela romántica con elementos sobrenaturales y tétricos.
Relatos de mundos perdidos Crónicas de visitas a entornos desconocidos.
Ficciones científicas Reportes de hechos prodigiosos de la ciencia o la alquimia.
Una raza semihumana
Con sus formidables dibujos de criaturas aladas con un paracaídas sujeto al cuello, El descubrimiento de Australia (1781), de Réstif de la Bretonne, resulta un antecedente clave para los grandes ilustradores del siglo XX.

700 años después
Relato de gran popularidad en su tiempo: El año 2440 (1771), de Louis-Sébastien Mercier, narra el viaje de un hombre al París del futuro. Reeditado en 25 ocasiones, es el primer best-seller del género.

Primeras naves
A falta de aviones, durante más de un siglo algunos pioneros de la ciencia ficción hacían que sus héroes viajaran al espacio exterior a bordo de globos aerostáticos, llenos de aire caliente que los hacía inestables y peligrosos.

Visitantes de otro mundo

Visionario intelectual y feroz satirista, en 1752 Voltaire dio a conocer su obra Micromegas. Procedentes de Saturno y de la estrella Sirius dos extraterrestres llegan a nuestro planeta para reírse del ‘progreso’ de la cultura europea.

Realidades del presente
Las visiones futuristas de la protociencia ficción son consecuencia de los cambios en el presente humano. El más significativo es la Revolución Industrial (1760-1840), ocurrida en Inglaterra. Sus factores clave inspiraron la imaginación de muchos autores del siglo XIX:
• Uso de nuevos materiales.
• Utilización de nuevas fuentes de energía.
• Invención de nuevas máquinas.
• Avances inéditos en los medios de transporte y comunicación.
• Creciente aplicación de la ciencia a la industria.
• Cambios en la sociedad y la organización del trabajo.
• Crecimiento de las ciudades.
• Surgimiento de nuevos modelos de autoridad.
• Acentuada polarización en las clases sociales.
• Posibilidad de imprimir a gran escala libros y publicaciones periódicas.

Salve, ¡oh fertilidad victoriana!
No debería sorprendernos que el inspector Ichabod Crane, interpretado por Johnny Depp en Sleepy Hollow (la única película con tres señores del Sith en su elenco, por cierto), sea un hombre de avanzada que prefiere el sabor de una discusión en torno a la ciencia y los nuevos descubrimientos, que a las diversiones de su victoriana época. Al ser cuestionado por querer hacer una autopsia (calificada por otro personaje de ‘herejía’), su respuesta es tan siglo XIX: “No hay nada herético en la ciencia, señor. Los chinos han escrito al respecto por cientos de años… Es un procedimiento empleado para franquear crímenes aparentemente infranqueables”. El héroe del siglo XIX, el Auguste Dupin de Poe, el Sherlock Holmes de Conan Doyle, la Mina Murray de Moore, no juega a los dados (como Dios) ni a la demostración innecesaria de fuerza bruta. No: este tipo de héroe emplea su cerebro, cuestiona, supone, deduce. De nuevo, no debería sorprendernos que las reglas del juego (por usar un término arbitrario) cambiaran radicalmente en esta época. El siglo XIX maduró a dos hijas ejemplares del XVIII, la democracia y la Revolución Industrial, y les dio cauce en un torrente artístico que creó géneros y tendencias en diferentes ramas y disciplinas. Pero la aventura más ociosa y espectacular de los narradores del siglo XIX involucró la sublimación del pensamiento científico. La semilla que sembraron estos autores de vanguardia hace eco hasta nuestros días. ¿Recuerdan aquella frase de la película From Hell, cuando Sir William Gull dice “algún día los hombres mirarán atrás y dirán que yo di a luz al siglo XX”? (cosa que no recuerdo haber leído en la novela gráfica.) Bueno, sin duda el germen del siglo más violento de la historia lo expulsó Jack el Destripador (el grotesco alias de Sir William), pero quizá la imaginación la haya heredado de esos apuestos escritores que con sus romances científicos y sus relatos de aventuras ingenuas inventaron nuevos mundos, nuevas maneras de trasladar la obsesión por la ciencia a la literatura, nuevas situaciones y nuevos personajes. El impacto del avance científico y la tecnología sobre la especie humana. Jules Verne, Herbert George Wells, Samuel Butler, Sir Arthur Conan Doyle, Mary Shelley. Ellos son los verdaderos pioneros de la SF (término anglosajón, science fiction, que a punta de costumbre ha sido aceptado bajo la errónea traducción de ciencia ficción). Algunos ex profeso, otros, quizá, involuntariamente. Ellos son los responsables del género narrativo más imaginativo y propositivo, y a la vez menos comprendido del siglo XX. Olvídense de buscar vestigios de SF en los pomposos griegos, en la épica hindú, el Popol Vuh, Francis Bacon, Jonathan Swift y Cyrano de Bergerac. Es a estos caballeros (y una dama) del siglo XIX a quienes les debemos el sabroso (y para algunos culpígeno) placer de la SF. Verne imaginó submarinos y viajes a la Luna. Wells, guerras con seres extraterrestres y viajes en el tiempo. Es tal la fascinación que nos corroe por la época, que a fines de los años ochenta y en buena parte de los noventa floreció el subgénero steampunk –quizás una derivación lingüística del cyberpunk–, que consiste en provocativas novelas, cuentos, cómics o películas de SF ambientados en un escenario victoriano fantástico donde, como lo hizo Alan Moore (¿por qué no?) en La liga extraordinaria, el hombre invisible y Mr. Hyde (entre otros pintorescos sujetos) ayudan al gobierno británico a luchar contra los invasores extraterrestres imaginados por Wells. ¿Irónico que una era tan constipada como la victoriana haya resultado de una imaginación tan fértil? Absolutamente.

Zona abisal: pase ud.
La primera misión humana en el espacio ocurre en la imaginación del francés Jules Verne, cuya novela De la Tierra a la Luna (1865) narra el lanzamiento de un cohete tripulado hacia ese cuerpo celeste y el feliz regreso de los tripulantes. A Verne también se debe la exploración en el mar a bordo del Nautilus con la novela 20,000 leguas de viaje submarino.

A la Orwell

De autor anónimo, en La rebelión de las bestias (1825) los animales feroces del mundo organizan un exitoso alzamiento contra los humanos. George Orwell retomará el tema en Rebelión en la granja (1945).

De a 10
El hombre de vapor de las praderas (1868), de Edward S. Ellis, es el primer pasquín de ciencia ficción. Se venden cientos de ejemplares a un dime (diez centavos). En los años siguientes, se publican numerosas revistas así.

Medios de transporte
Para imaginar naves espaciales, primero tuvieron que surgir los transportes mecanizados:
• Bote de vapor (1803)
• Locomotora (1812)
• Vagón dormitorio (1865)
• Tranvía eléctrico (1884)
• Bicicleta moderna (1885)
• Automóvil eléctrico (1892)
• Automóvil de gasolina (1892)
• Aeroplano experimental (1896)

Ilustre desconocido
Hoy nadie recuerda al escritor estadounidense Edward Everett Hale, a no ser por su libro La luna de ladrillos (1866), que describe un satélite artificial que gira en torno a la órbita terrestre.

Hitos inspiradores
1800 Alessandro Volta inventa la batería.
1801 Johann Elert Bode publica Uranografía, un
atlas de 17,240 estrellas y nebulosas.
1821 Michael Faraday descubre la rotación electromagnética.
1822 Charles Babbage diseña el primer computador.
1833 Se inventa la calculadora.
1837 Primer telégrafo.
1840 Jacques Louis Daguerre inventa la fotografía.
1845 Primera imprenta rotativa.
1852 El elevador sale al mercado.
1859 Charles Darwin expone la Teoría de la Evolución.
1861 Surgen las ametralladoras.
1863 Se construye el Metro de Londres.
1865 Gregor Mendel enuncia las leyes de la genética.

Volar sobre el mundo
En 1851 se publica Un viaje en globo, relato de Jules Verne en el que confluyen la imaginación científica con el espíritu de aventura y descubrimiento, fundamental para la ciencia ficción.

Pirado
Excéntrico, desordenado e imaginativo, el científico loco es una figura clásica de la ciencia ficción y la cultura popular. El modelo se inaugura con el doctor Frankenstein, de Shelley, y prosigue con el capitán Nemo, de Verne. Wikipedia define este singular estereotipo como: “Caucásico, de sexo masculino y edad avanzada. Tiene los dientes chuecos; anda despeinado y lleva lentes, bata y guantes. Presenta un comportamiento obsesivo y emplea para sus fines métodos peligrosos y poco convencionales”.

Una noche para recordar

Durante una velada de 1816 Percy Shelley, Mary Shelley, Lord Byron y John Polidori se reunieron en La Spezia, una villa italiana, para contar historias de terror. Allí nació Frankenstein o el moderno Prometeo (1818), que inaugura la ciencia ficción.

Visiones del poeta
La Narración de Arthur Gordon Pym (1838), de Edgar Allan Poe, incluye elementos de CF, como una Tierra hueca que alberga habitantes en su interior.

Buscando a una raza superior
Surge otro tema clásico: una generación de humanos más poderosa y resistente. En su novela La raza por venir (1871), el británico Edward Bulwer Lytton la llama vril, palabra que da nombre a un nutritivo alimento: bovril.

Ocho grandes temas
De acuerdo con la Encyclopaedia Britannica las creaciones de la ciencia ficción pueden agruparse en grandes ejes temáticos:
Utopías y distopías Visiones contrastantes de sociedades ideales y apocalípticas.
Sociedades alternativas Visiones de sociedades por completo distintas a las habituales.
Sexo y género Imágenes de las relaciones entre los sexos y los roles de hombres y mujeres.
Encuentros extraterrestres Relación con seres de otros planetas.
Viajes espaciales
Traslado a otros puntos del cosmos, reales o imaginarios.
Viajes en el tiempo Traslado al pasado o el futuro, viajes desde el pasado o desde el futuro.
Universos y mundos paralelos Entornos cósmicos diferentes al conocido.
Nuevas tecnologías Máquinas y desarrollos científicos que superan todos los del presente.

Título pintoresco

En su relato corto The Tachypomp (1874), Edward Page Mitchell imagina el enfrentamiento de la inteligencia humana con la artificial de un ‘computador’.

Entre la burla y el anhelo
En Gran Bretaña Samuel Butler aprovecha el relato sobre una falsa civilización para reírse de la condición humana de su tiempo y, a la vez, exponer sus proyectos de cambio. Erewhon o allende las montañas (1872) es un clásico.

“La historia humana se parece cada vez más a una carrera entre la educación y la catástrofe” –H.G. Wells

¿De qué signo eres?
Una primitiva nave espacial, impulsada por una fuerza misteriosa, viaja a través del sistema solar y encuentra que Marte está deshabitado. Todo ocurre en A lo largo del zodiaco (1880), de Percy Gregg.

Peligros del presente
En su novela Después de Londres (1885), Richard Jefferies expresa su temor por la industrialización de Inglaterra e imagina que una gran inundación acabará con los supuestos avances de la tecnología.

Destino: el futuro
La máquina del tiempo (1895), del inglés Herbert George Wells, está llamada a convertirse en una obra central. Su idea inspirará grandes películas, indagaciones científicas, cómics y programas de televisión.

Éxito de ventas
Publicado en 1888, 2000. Mirada retrospectiva, de Edward Bellamy, es un best-seller. Un hombre adinerado cae en un trance hipnótico y despierta en el año 2000, en un mundo regido por los principios marxistas.

Primero yo, luego otro
Acabada pieza que critica la idea de la identidad personal, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (1886), de Robert Louis Stevenson, nos enseña a cambiar de personalidad con el uso de una poción.

Experimentos malévolos
La eugenesia y las teorías de Charles Darwin están en el trasfondo de La isla del doctor Moreau (1896), otro éxito de Wells sobre un médico que trata de convertir a los animales en seres humanos y al final es destruido por ellos.

Jack London
Aunque hoy es más conocido por sus relatos de aventuras, el escritor Jack London (1876-1916) incursiona con éxito en los relatos de ciencia ficción. En El hombre rojo incluye personajes extraterrestres; en La invasión sin paralelo se refiere a la limpieza étnica y la guerra bacteriológica. También escribe historias sobre el futuro, la invisibilidad y el desarrollo de nuevas armas.

La Luna se acerca
Publicada en 1889, Los exilios de la Tierra, del francés André Laurie, narra lo impensable: nuestro planeta termina por atraer magnéticamente a su único satélite natural.

Fantasía en movimiento

Las películas pioneras de ciencia ficción:
• Gugusse y el autómata (1897), de Georges Méliès. Un payaso enfrenta a un hombre mecánico.
• La Luna a un metro de distancia (1898), de Georges Méliès. La Luna visita a un astrónomo y se convierte en un hada.
• Ella (1899), de Georges Méliès. Adaptación del relato homónimo de H. Rider Haggard sobre un mundo perdido.

Mars attacks!
Con la publicación de La guerra de los mundos (1898), H.G. Wells marca otro hito en la historia de la ciencia ficción. Los marcianos atacan la Tierra con un gran despliegue tecnológico. No los doblega el valor humano, sino algunos gérmenes terrestres.

Antiguos habitantes
La ciencia ficción cobra terreno en el ámbito académico. En 1895 el profesor Percival Lowell publica su ensayo Marte, en el que expone sus teorías sobre la extinta civilización de ese planeta que construyó los misteriosos canales. Dos años después, el alemán Kurd Lasswitz escribe la novela Dos planetas, y considera a los marcianos mucho más desarrollados que los humanos.

10 libros clave de la época
1 Micromegas, de Voltaire.
2 Frankenstein o el moderno Prometeo, de Mary Shelley.
3 De la Tierra a la Luna, de Jules Verne.
4 Viaje al centro de la Tierra, de Julio Verne.
5 Erewhon o allende las
montañas, de Samuel Butler.
6 El horla, de Guy de
Maupassant
7 El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de Robert Louis Stevenson.
8 Un yanqui en la corte del Rey Arturo, de Mark Twain.
9 La máquina del tiempo,
de H.G. Wells.
10 El hombre invisible, de
H.G. Wells.

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